Empieza la semana y con ella viene el resumen de las partidas jugadas. Los ya habituales de esta sección ya sabéis lo que habrá. Si sois nuevos, básicamente lo que encontrareis serán algún detalle a destacar de los juegos de mesa que he jugado. A veces algo relacionado con la estrategia, a veces relacionado con las sensaciones,… De todo un poco. Ahora, sin más dilación, vamos al lio, que esta semana tocó estreno de Brass: Birmingham.
Empezamos hablando de Battle Line: Medieval. Reimplementación del Schotten Totten, de Reiner Knizia, nos propone un duelo de cartas para 2 jugadores en el que deberemos de controlar áreas usando nuestras cartas. Estas tendrán valores del 1 al 10 y deberemos de hacer combinaciones de 3 cartas que mediante una tabla de valores, nos permitirán controlar una zona. Quien controle 3 zonas adyacentes o 5 en total obtendrá la victoria. En cuanto a las combinaciones, siguen patrones parecidos a juegos de baraja clásicos donde se puntúa tres cartas con el mismo valor, el palo de la carta, escalera de color,…
Jugamos dos partidas sueltas entre semana, saldándose en una victoria para mi y otra para la jefa. Y tengo que admitir que cuanto más juego más gusto le pillo. Tiene una mezcla de estrategia, táctica y faroleo que me encanta. Cuantas más partidas jugamos más estoy disfrutando el juego. Especialmente si se da el caso en que te juegas la victoria en el final de partida y ves que se está agotando el mazo. Ahí te entran los mil males. ¿Estará la carta que necesito en el mazo o la tendrá mi rival y no la quiere bajar? La tensión de esos finales son una gozada.

Ya el viernes jugamos a Los Castillos de Borgoña. Diseñado por Stefan Feld. Cada uno de los jugadores representará a un aristócrata con un pequeño principado que deberá de intentar expandirse. Para ello, construiremos todo tipo de edificios y asentamientos para explotar la zona a la vez que comerciamos con recursos. El modo de hacerlo será usando la mecánica de colocación de trabajadores mediante el uso de dados. Estos dados nos permitirán adquirir losetas para llevarlas a nuestro tablero de juego para luego poder ser construidas.
Partida que se llevó la Jefa por 211 a 186. Al acabar la partida estuvimos debatiendo sobre los principados jugados (los tableros de cada jugador). Estos vienen numerados y presentan una distribución para la colocación de las losetas distinta. Estos cambios no son baladí, ya que dependiendo del principado que escojas, tu estrategia tiene que centrarse en un tipo u otro de construcción. Aproveche e investigué más sobre el tema de estrategia en el juego y se ve que no íbamos equivocados. Por resaltar, hay incluso cálculos matemáticos que dan más valoración a unos principados que otros, ya que te permiten, potencialmente, conseguir más puntos al final de partida. Así que de momento seguiremos profundizando más en el juego y, como mínimo, intentar buscar igualdad en los tableros para próximas partidas.
Esa misma noche aproveche y jugué a la modalidad en solitario del propio juego. En este modo juegas en un tablero especial que conecta las regiones de tu principado mediante losetas de barco y el objetivo es rellenar todos los huecos antes de la ronda 25. Para dificultarte la tarea, en cada turno se lanzan tus dados y el dado blanco, que lo que hace es quitar losetas del tablero central. Hay algunos cambios más que no entraré a detallar ahora. Por desgracia, la sensación que me dejó fue muy fría. Cuando se juega contra otros jugadores no deja de ser un multisolitario, en el cual tu vas a tu bola y luego miras quien ha hecho más puntos, pero los cambios hechos para poder jugar solo desvirtúan totalmente el juego. No me ha gustado nada, la verdad. Seguiré jugando en el futuro para analizarlo bien pero de momento… Meh!

El domingo estrenamos Brass: Birmingham. Diseñado por Gavan Brown, Matt Tolman y Martin Wallace, es la secuela de Brass: Lancashire. Nos encontramos ante un juego económico en el cual nos convertiremos en empresarios durante la era industrial. El objetivo del juego es hacer crecer nuestro imperio, creando todo tipo de fábricas y diseñando rutas de transporte hacia las ciudades para poder vender nuestras mercancías. La mecánica principal del juego es la gestión de la mano, ya que el tipo de carta que robemos determinará en gran medida hacia donde podremos expandirnos.
Brass: Birmingham me recuerda en gran medida la sensación que tuve cuando jugamos la primera partida a Aquasphere. Son un montón de conceptos que aprender y al principio el juego parece que te va a comer vivo. Pero a medida que juegas te das cuenta que realmente no es tan complicado. Seis acciones posibles en cada turno y el único dilema es como organizarte para crear tus fabricas y luego vender tus productos. Quizá la parte más complicada es intentar aprender todas esas pequeñas normas y excepciones. A mi me ha gustado mucho en esta primera partida. A la Jefa no tanto… Espero que en futuras partidas cambie de opinión. Por cierto, victoria para un servidor aunque por mi la hubiera anulado por todos los errores que cometimos en esas pequeñas normas que mencionaba.

Cerramos el día jugando a 7 Wonders Duel, juego de draft de cartas desde una estructura de cartas solapadas y de set collection exclusivo para 2 jugadores. En cada turno los jugadores podrán construir una carta pagando su coste, descartarla para obtener monedas o utilizarla para construir una maravilla. El ganador del juego se decidirá mediante el recuento final de puntos en caso de que uno de los jugadores no haya obtenido antes la victoria mediante supremacía militar o científica. Tenéis reseña aquí.
Hoy toco jugar con su expansión Ágora. Como mi intención es reseñar las dos expansiones de este juego, aprovechamos para volver a catarlo con esta expansión suelta. Si bien las primeras partidas que jugamos no nos gustó demasiado, esta vez si que nos dejó muy buen sabor de boca. Yo intenté jugar a conseguir la victoria por supremacía en el Senado (un nuevo modo de ganar que introduce esta expansión) y me quedé a las puertas. Me faltó el control de una única Cámara del Senado, pero la disposición de las cartas me impidió finiquitar la partida. La Jefa se llevó el envite por 62 a 57. Así que me quedo con esas buenas sensaciones y con el hecho de que la victoria por senado es algo factible aunque no fácil, precisamente.

Esto es todo por hoy. Espero que os hayan gustado estas Crónicas. Os mando un fuerte abrazo y que paseis una buena semana.