Corre el siglo XV en la región de Borgoña, situada en el centro de Francia. Sois unos influyentes príncipes con el objetivo de hacer prosperar vuestros territorios, expandiéndolos y comerciando estratégicamente. El comercio, la ganadería, la edificación, el estudio,… son muchos y muy diferentes los caminos que os pueden ayudar a alcanzar la prosperidad y el prestigio. ¡Así que planifica bien tu recorrido y prepárate para alcanzar la gloria!
De este modo se nos presenta Los Castillos de Borgoña: Edición 20 Aniversario. Diseñado por Stefan Feld, conocido autor de grandes juegos como Aquasphere, Trajan o Bora Bora, entre muchos otros. Esta edición 20 aniversario de Alea se publicó por primera vez en el 2019, aunque el juego original es del 2011. Estamos ante una versión multilingüe que incluye el español, aunque el juego es totalmente independiente del idioma salvo por el reglamento. Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 12 años y una duración estimada de partida de entre 70 y 120 minutos. Su precio de venta al publico es de 34,99€.
CONTENIDO
Para el juego base:
- 164 losetas hexagonales
- 42 losetas de mercancía (7 de cada color)
- 24 monedas de plata
- 26 fichas de trabajador
- 12 losetas de bonificación
- 4 fichas de punto de victoria
- 8 peones
- 9 dados
- 1 tablero central ( a doble cara)
- 16 tableros de jugador
- 4 tarjetas resumen
Contenido adicional para las expansiones:
- 4 losetas hexagonales
- 6 tableros de jugador: «Los puestos fronterizos»
- 9 losetas hexagonales: «Los castillos blancos»
- 5 losetas hexagonales: «Las posadas»
- 12 losetas: «Las rutas comerciales»
- 2×4 tableros de jugador: «Juego en equipo»
- 2 tableros de jugador: «Juego en solitario»
- 18 losetas de escudo: «Los escudos»
COMO SE JUEGA
Los Castillos de Borgoña es un juego con mecánicas de lanzamiento de dados, uso de los dados como trabajadores y colocación de losetas. A lo largo de cinco fases divididas en cinco rondas, los jugadores usarán sus dados para obtener losetas del tablero central y posteriormente colocarlas en sus tableros personales. Estas losetas representan desde asentamientos o castillos hasta minas, ganadería o comercio marítimo, y al construirlas en nuestro tablero, estaremos desarrollando nuestro principado. El ganador del juego será aquel que consiga la mayor cantidad de puntos.

DESARROLLO DE LA PARTIDA
El juego se desarrolla en dos zonas: el tablero central y los tableros personales, que representan nuestros principados. En el tablero central podremos adquirir losetas para nuestro principado y fichas de mercancía. Además, ahí encontraremos el marcador de puntos y el marcador de orden de turno. Cada jugador dispondrá de un tablero personal, dos dados de su color y empezará la partida con algunas fichas de trabajador y una moneda de plata. La zona principal de nuestro tablero está compuesta por 37 casillas hexagonales, donde podremos construir las losetas que hayamos adquirido del tablero central. Además, tendremos espacio para colocar tanto las fichas de mercancía como las losetas que adquiramos del tablero central (la construcción de una loseta se hace en dos pasos, como veréis a continuación). Por último, tendremos espacios para colocar los dados, los trabajadores y las monedas.
En cada ronda, los jugadores lanzaran sus dos dados y jugarán su turno con los resultados obtenidos. Además, el jugador inicial lanzará el dado blanco y colocará la mercancía de esa ronda en el espacio correspondiente del tablero central según el resultado obtenido. Luego, en el turno de cada jugador, usarán sus dos dados para realizar dos acciones. En la mayoría de estas acciones, el valor del dado determinará las opciones que podemos realizar. La primera acción es coger una loseta del tablero principal. Estas losetas están divididas en seis grupos con un valor numérico del 1 al 6 y el valor del dado nos permitirá coger una loseta que pertenezca al mismo grupo. Una vez hemos cogido la loseta, la depositamos en una esquina del tablero (aún no está construida).
La segunda acción es utilizar un dado para construir una loseta (adquirida previamente) en nuestro principado. Nuestro tablero está dividido en un conjunto de casillas hexagonales con colores y números. Al usar esta acción para colocar una loseta, tendremos que hacer coincidir el color de la casilla con el de la loseta y el valor del dado con el representado en el espacio donde queremos colocarla. El tipo de loseta colocado activará siempre algún efecto, ya sea inmediato o continuo. Tendremos la posibilidad de generar monedas en cada cambio de fase, un dado virtual del valor deseado para utilizar en ese mismo momento, coger losetas adicionales del tablero principal,…

La tercera acción es la de vender mercancías. Estas fichas las acumularemos en nuestro tablero por el efecto de construir losetas de comercio marítimo. Para venderlas, usaremos un dado cuyo resultado ha de coincidir con el representado en las mercancías que vamos a vender. Por último, la cuarta y última acción es la de usar un dado para obtener dos trabajadores. En este caso, el resultado del dado no importa.
Quedan dos elementos de los cuales hablar antes de reseñar el juego: las monedas y los trabajadores. Las monedas, además de otorgar puntos a final de partida, se podrán usar una única vez por turno para adquirir losetas del deposito negro del centro del tablero. Es una manera de adquirir losetas sin tener que gastar dados. En cuanto a los trabajadores, los podremos emplear para aumentar o disminuir en 1 el resultado de un dado. En los resultados del dado, el 1 y el 6 se consideran colindantes. Así que con una ficha de trabajador podemos cambiar un resultado de un 1 por un 6 y viceversa.
Una vez jugadas las cinco rondas, comenzaremos una nueva fase. Antes de empezarla, realizaremos un breve mantenimiento para rellenar el tablero principal con nuevas losetas y fichas de mercancía. Al final de la última fase, pasaremos al recuento final de puntos. El ganador con más puntos será declarador el vencedor.

VALORACION
Tened en cuenta que en la parte del desarrollo del juego intento explicaros de una manera resumida precisamente eso, como se desarrolla el juego y las principales mecánicas a tener en cuenta. No están todas las normas. Lo que intento es que os sirva como primera toma de contacto para valorar si el juego puede o no ser de vuestro agrado. Ahora vamos a hablar de las sensaciones que transmite el juego, de lo bien que funcionan esas mecánicas y de otros aspectos que pueden ayudaros a saber si es un juego hecho para vosotros o no.
Empecemos con las mecánicas, que como habéis podido comprobar son sencillas de entender. Lanzas los dados y los usas para escoger entre tus cuatro acciones disponibles según el resultado que has obtenido. Para compensar el factor azar del lanzamiento de los dados tenemos a los trabajadores, que te dan la posibilidad de modificar el resultado. Así que al final, con estos elementos tienes siempre a tu alcance todas las losetas y el poder colocarlas donde quieras de tu tablero.
El funcionamiento de cada loseta también es de fácil comprensión y para ayudar a recordar que función cumple cada una, el propio dibujo de la loseta contiene algún tipo de ayuda visual para que en un par de partidas no tengas que estar consultando las tarjetas de resumen. Quizá donde cueste más recordar algunas normas sea en ciertas losetas de monasterio y en algunas expansiones que incorpora el juego, como la de los escudos. Pero esto no lo veo como algo negativo ya que se debe a que son elementos que varían entre partidas. En estos casos, con una consulta rápida del reglamento se revuelve la duda y asunto arreglado.
Hablado de las losetas de monasterio, este es uno de los elemento del juego base que determinará hacia donde enfocar tu estrategia. Estas losetas otorgan efectos continuos, te dan beneficios al cumplir ciertas condiciones o puntos al final de partida por algo en concreto. Hay una loseta que te otorga puntos adicionales por mercancía vendida, por lo que si la tienes, lo ideal es vender mercancías durante la partida para maximizar tus puntos. Si vas a construir minas para ganar monedas de plata entre rondas, lo ideal es no dejar escapar la loseta que también te recompensa con trabajadores, para no tener que gastar turnos usando dados para adquirirlos. Por poner algunos ejemplos.
Además de valorar estas pequeñas sinergias con las losetas de monasterio, también tendremos que tener en cuenta las bonificaciones que se obtienen al completar regiones del mismo color en nuestro tablero personal. No lo expliqué durante el desarrollo de la partida, pero cada conjunto de un mismo color otorga puntos según la ronda en la cual se complete y el número de casillas hexagonales que tenga. Como imaginareis, a más casillas en el conjunto, más puntos y cuanto antes lo hagamos, también más puntos. Así que aquí tenemos otro factor más a la hora de pensar como utilizar nuestros dados y como ir rellenando las casillas de nuestro tablero.
El conjunto de elementos del juego base y de las expansiones dan a Los Castillos de Borgoña una gran rejugabilidad. En cuanto a las expansiones, realmente lo que hacen es añadir nuevas bonificaciones y variantes a la hora de jugar, pero creo que siguen manteniendo la esencia del juego base. Quizá lo más negativo que se puede decir de incorporarlas todas en una partida es el análisis parálisis que provoca. Ya de por sí el juego te obliga a detenerte a pensar bien tu jugada. A eso hay que sumarle que tus rivales pueden adquirir losetas que tu tenias pensado adquirir, por lo que cuando es tu turno lo que habías pensado no sirve y tienes que volver a reformular tu estrategia. Si le sumamos que a más variantes más opciones a tener en cuenta, la comedura de cabeza puede ser de órdago.

El tener que meditar bien tu turno es el principal defecto que le encuentro y que afecta a su escalabilidad. Es un juego que recomiendo a dos jugadores porque el tener que esperar a que una persona se decida no es grave, pero que lo hagan tres es harina de otro costal. Sobre todo por lo que comentaba de que no puedes adelantar tu estrategia ya que cuantos más jugadores hay, más probable es que alguno acabe quitándote las losetas que tenias en mente adquirir. La única duda que tengo es si la expansión que incorpora con el juego en equipos consigue arreglar en cierta medida este pequeño lunar, ya que por desgracia no la he podido probar.
Esta reedición incorpora un modo solitario donde en lugar del típico modo de mejorar tu puntuación nos encontramos con una variante que nos invita a rellenar todas las casillas hexagonales del tablero. Para poder jugarlo se incorpora un automa que nos irá quitando losetas a lo largo del desarrollo de la partida. Hay más cambios en como se juega, pero a grandes rasgos, es como una variante en la cual tenemos que completar un puzzle. Yo no soy de jugar solitarios de este estilo, pero a los que les gusta, ya sabéis que os vais a encontrar aquí.
Como buen eurogame que es, la interacción con vuestros rivales será de manera indirecta, limitándose a perjudicarles precisamente a la hora de adquirir losetas o fichas de mercancía que tenían en mente. Y en la mayoría de ocasiones será como un daño colateral. Jugar puede incluso llegar a ser algo así como un multisolitario donde no levantes la cabeza de tu tablero hasta que te vuelta a tocar y veas las opciones disponibles. Así que tened esto en cuenta si no os va este tipo de juego. En cuanto a la temática, aunque encaja bien dentro de lo que son las mecánicas del juego, no os vais a sentir construyendo un principado. Ya os digo, le veo la lógica al adquirir el plano y luego construirlo en nuestro territorio, pero no creáis que vais a ser de la noche a la mañana un noble de alta alcurnia.
Para cerrar la reseña, hablemos de los componentes y de su acabado visual. Uno de los principales puntos negativos de la primera versión era su presentación. La iconografía y los colores elegidos lo hacían parecer un juego más antiguo que el hambre. En esta nueva versión creo que ambos aspectos están mucho mejor. Las nuevas ilustraciones son más bonitas y los colores escogidos, mucho más vivos ahora, son todo un acierto. Por destacar algo negativo, los tableros personales son muy finos, del grosor de una cartulina. Son de «mírame y no me toques, porque como me dobles te dejo una marca ahí de por vida».

CONCLUSIONES
Los Castillos de Borgoña se convirtió en su lanzamiento en un clásico no solo de Stefan Feld sino de los juegos de mesa en general. Esta nueva edición mejora en la comparativa al original, especialmente en su acabado visual. Si buscáis un eurogame redondo, con mecánicas bien implementadas y una buena rejugabilidad os lo recomiendo. Eso sí, pensad que tiene un alto grado de análisis parálisis, por lo que jugarlo a más de 2 jugadores puede no ser apto para todo el mundo.
Reseña: Los Castillos de Borgoña (20 Aniversario)
A favor
- El juego es sencillo de entender, con cuatro acciones posibles utilizando nuestros dados. Y a la vez es sesudo, si queremos hacer el máximo posible de puntos, combinando los efectos de las losetas.
- Ya de por si es un juego con una buena rejugabilidad, por lo que si le sumamos las expansiones, tenemos entretenimiento para rato.
- Hay una mejora en todos los aspectos visuales en esta edición 20 aniversario.
En contra
- Jugarlo a más de dos puede no ser apto para todos por el entreturno que puede generar hasta que te vuelve a tocar.
- La interacción es indirecta y se puede considerar un juego casi multisolitario. No tiene porque ser algo negativo, pero es un factor a tener en cuenta.
- Los tableros personales son de cartulina. Es el único componente que no está a la altura respecto al resto.
Buena reseña lolin, ya sabes q es uno de mis juegos favoritos, me encanta jugarlo y disfruto mucho las partidas, aunque no esta en mi top 5, se queda cerca, sin duda, de los mejores juegos de mesa q tenemos 🥰😘❤
Gracias, jefa mía!