Zona alta del medio oeste, principios del siglo IXI. Es una vida dura la de los agricultores del alto Mississippi, pero es una era de innovación y crecimiento, y los avances tecnológicos de las embarcaciones hacen que tus oportunidades se expandan. No sólo tienes posibilidad de aumentar el volumen y la variedad de tus cultivos, sino que también puedes buscar contratos más y más lejos siguiendo la corriente del rio Mississippi. Incluso puedes contratar agentes que trabajarán en Nueva Orleans para vender tus productos y avisarte de oportunidades de negocio. Utiliza cuidadosamente a tus trabajadores, gánate el favor del practico del puerto, aprovecha las oportunidades cuando estas aparezcan y vigila de cerca a tus competidores para construir un imperio a lo largo del fabuloso Mississippi.
De esta manera se nos presenta Riverboat. Diseñado por Michael Kiesling, autor de otros títulos como Abluxxen, Azul o Heaven & Ale. Fue publicado en 2019 y de su edición en español se encarga SD Games, aunque el juego es completamente independiente del idioma, salvo por el reglamento. Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima recomendada de 10 años y una duración de partida estimada de 90 minutos. Su precio de venta recomendado es de 39,95€.

CONTENIDO
- 2 Tableros de Juego
- 4 Tableros de Jugador
- 110 Fichas de Cosecha
- 45 Embarcaciones
- 5 Losetas de Fase
- 8 Graneros
- 8 Pozos
- 24 Monedas
- 8 Marcadores de Puntuación
- 1 Marcador de Primer Jugador
- 1 Libro de Reglas
- 60 Cartas
- 56 Fichas de Trabajador
- 28 Fichas de Agrimensor
- 4 Prácticos de Puerto

DESARROLLO DEL JUEGO
Riverboat es un juego con mecánicas principales de colocación de losetas y set collection. A lo largo de cuatro rondas, los jugadores utilizarán a sus trabajadores para arar y sembrar cultivos en sus campos de plantación (representado con su tablero personal). Estos cultivos se recolectarán para ser mandados en barco a la ciudad, permitiéndonos obtener beneficios inmediatos y puntos al acabar la partida. En el final de cada ronda, podremos colocar a nuestros agrimensores en localizaciones de nuestra plantación o en cartas de bonificación, lo que nos otorgará puntos según los requisitos cumplidos al activarse.
El desarrollo de cada ronda seguirá siempre los mismos pasos, en una serie de cinco fases. Al inicio de cada ronda, los jugadores irán escogiendo losetas de cada una de las fases. Escoger la loseta de una fase permitirá al jugador obtener un beneficio exclusivo durante esa fase, además de ser el primer en actuar en la misma. Una vez que todas las losetas se han distribuido, se pasa a la primera fase.

En la primera fase, el jugador que escogió la loseta correspondiente tiene la ventaja de obtener un trabajador adicional (se comienza el juego con ocho). A continuación, el jugador revela ocho cartas del mazo. Estas cartas tienen ilustraciones que corresponden con los colores de los campos de cultivo de cada jugador, además de una carta comodín, y cada jugador tiene que colocar a uno de sus trabajadores en un campo vacío de su tablero personal que coincida con el color de la carta revelada.
En la segunda fase, el jugador que tiene la loseta de esta fase tiene la ventaja de recibir una moneda. Durante esta fase los jugadores irán escogiendo losetas de plantación del tablero de juego y las colocaran debajo de sus trabajadores, en sus respectivos tableros personales. Estas losetas son de uno, dos o tres cultivos, por lo que la colocación de los trabajadores en la fase anterior es importante si queremos colocar las losetas de mayor tamaño.
En la tercera fase, la ventaja de la loseta es la de mover al práctico de puerto una casilla. En esta fase, los jugadores podrán recolectar sus cultivos y mandarlos a Nueva Orleans en barco. Cada jugador podrá hacer esta acción dos veces, salvo en la última ronda que lo podrá hacer en tres ocasiones. Para mandar un cultivo, el jugador escoge un tipo de producto de su campo y quita a todos los trabajadores que tenga encima del cultivo escogido, de todas las losetas de su campo. De esta manera recupera a sus trabajadores y según el numero que haya quitado, podrá escoger entre distintas losetas de bonificación que otorgarán beneficios inmediatos y que podrán otorgar también puntos a final de partida. Estas losetas se colocan en la zona de embarcaciones del tablero personal, donde está el practico de puerto.
En la cuarta fase, la bonificación por loseta es la de recibir un punto de victoria. En esta fase todos los jugadores podrán escoger una de las cuatro cartas de oportunidad disponible durante esa ronda. Cada carta estará colocada en el tablero central y además del beneficio que nos puede dar la propia carta, recibiremos un beneficio adicional según su colocación en el tablero.
Por último, la fase cinco permite al jugador que posee la loseta obtener: o una moneda, o avanzar al practico de puerto una casilla o mandar a un trabajador a Nueva Orleans. En esta fase los jugadores podrán colocar hasta dos agrimensores para obtener puntos. Estos agrimensores se pueden colocar en los graneros o pozos de los campos de cultivo o en alguna de las cartas de oportunidad que hayamos cogido previamente. Luego, cada jugador obtendrá puntos por sus agrimensores y por los trabajadores que haya mandado a Nueva Orleans.

Unos cuantos apuntes más sobre el desarrollo del juego antes de pasar a la puntuación final y a la valoración de Riverboat. En cada una de las fases, todos los jugadores pueden usar monedas para modificar algún aspecto de las reglas de cada fase. Por ejemplo, usar una moneda en la fase uno permite al jugador colocar el trabajador en el campo de cultivo que se desee en lugar del que nos obliga la carta revelada.
Podremos mantener a los trabajadores en nuestros campos de cultivo todo el tiempo que queramos, lo que nos permitirá mandar más cantidad de cultivos en la fase tres y, por lo tanto, obtener mejores losetas de bonificación. Estos mismos trabajadores se podrán mandar a Nueva Orleans al obtener algunas de estas losetas o como una bonificación adicional en la fase cuatro. Los trabajadores que se mandan a Nueva Orleans no se recuperan, pero otorgan puntos en cada fase cinco de la ronda.
Por último, los jugadores podrán obtener graneros y pozos. Estos dos elementos se pueden colocar en nuestros campos de cultivo y otorgarán puntos cuando coloquemos un agrimensor encima de estas fichas. La cantidad de puntos que obtendremos dependerá de cuantos cultivos iguales haya rodeándolos. La principal diferencia la tenemos en que el granero ocupa un espacio de campo y el pozo se coloca encima de un cultivo.
Durante la fase de puntuación final, los jugadores obtendrán puntos por las monedas que no hayan utilizado. Además, ganarán siete puntos por cada color de campo completamente cubierto. Se sumarán los puntos por los agrimensores, graneros y pozos que no se hayan activado mediante un agrimensor. También se sumarán los puntos del puerto. En este caso, el jugador que haya avanzado más a su practico de puerto obtendrá la totalidad de la bonificación de las losetas que consiguió durante la partida, mientras que el resto de jugadores obtendrán solo la mitad. Para terminar, el jugador que haya mandado más trabajadores a Nueva Orleans obtendrá veinte puntos de victoria, mientras que el resto conseguirá diez, cinco y ninguno, respectivamente.

VALORACIONES
Me he extendido más que de costumbre a la hora de explicar el desarrollo del juego pero la ventaja es que me he dejado muy pocos detalles en el tintero. La mayoría de cosas que no he comentado hacen referencia a pequeñas normas y a la explicación de las distintas bonificaciones de las cartas de oportunidad y las losetas. Así que como os podréis imaginar estamos ante un juego conceptualmente asequible para el jugador. Si bien cada fase tiene un funcionamiento diferente, entender que hay que hacer en cada una de ellas es sencillo. En una ronda se comprende perfectamente que hay que hacer en el juego.
A pesar de esta relativa facilidad en la comprensión de las mecánicas, estamos ante un juego en el cual hay que tomar muchas decisiones en cada turno. Especialmente en lo relativo a los trabajadores, ya que ganarlos es muy difícil. Siempre tendremos el dilema de retenerlos en los campos hasta conseguir más cultivos y así poder obtener mejores losetas en una ronda posterior. O el dilema sobre si vale la pena mandar trabajadores a Nueva Orleans, sabiendo que no los recuperaremos. En ambos casos estaremos constantemente valorando los pros y contras, ya que según que decidamos hacer, quizá no podamos colocar los ocho trabajadores durante la fase uno.
Algo parecido ocurre con los agrimensores. Su uso se activa únicamente en la quinta fase de cada ronda y estamos limitados a usar únicamente dos por ronda. Así que volvemos al mismo dilema de si usarlos antes con la contrapartida de que si aguantamos una ronda más, quizá podríamos conseguir más cultivos junto a un granero o más de los requisitos que tienen las distintas cartas de oportunidad. Igualmente podemos trasladar esta tesitura a la hora de distribuir los cultivos. Nos interesa por la bonificación de puntos completar un campo entero del mismo color pero las cartas disponibles no lo permiten. Al menos no de manera natural, ya que hay únicamente siete cartas de cada campo. Para conseguirlo, necesitaremos que salgan comodines o utilizar monedas para romper la regla de distribución.

Creo que se puede apreciar que a pesar de su sencillez es un juego en el cual estamos constantemente evaluando opciones. Un juego en el que cada jugador tiene que estar constantemente buscando la máxima eficiencia de cada uno de los diferentes recursos que obtiene a lo largo de la partida. Además, su conjunto de mecánicas están bastante bien hiladas temáticamente. No quiero decir que os vais a sentir de golpe y porrazo como unos agricultores mandando cultivos a Nueva Orleans, pero podemos imaginar cada mecánica como algo real. No todo, por supuesto, como la puntuación que obtenemos del practico del puerto según su colocación. Pero en general valoro positivamente este aspecto.
En el apartado de mecánicas creo que no hay «peros» que ponerle. Las mecánicas de Riverboat funcionan estupendamente. En cambio, no puedo decir lo mismo de su sistema de puntuación. Hay acciones, como el movimiento del practico, que requieren de mucha inversión y que en caso de no quedar en primera posición te penalizan enormemente. Algo parecido ocurre con la puntuación por trabajadores en Nueva Orleans. 20 puntos son una brutalidad. Quizá sea solo una impresión mía, pero creo que el sistema no puntúa acorde al esfuerzo requerido en las distintas zonas.
El juego escala a la perfección y se disfruta a cualquier número de jugadores. Quizá donde haya más problemas sea en partidas a 3, ya que en la fase de elección de losetas, habrá un jugador que tendrá ventaja como jugador inicial al escoger. No es algo grave pero puede desbalancear una partida igualada. Por supuesto, para saborear la totalidad del potencial del juego lo suyo es jugarlo a 4, ya que estáis compitiendo contra más rivales. Hay más manos metidas que pueden quitarnos recursos que nos interesan.

La rejugabilidad de Riverboat me parece la estándar para este tipo de juego. Aunque todos los elementos se distribuyen de manera aleatoria en cada partida, la practica totalidad de ellos los veremos en una partida. Así que lo único que cambiará entre una y otra será como aparezcan. La consecuencia es que en unas pocas partidas habremos visto todo lo que el juego nos ofrece. Y a pesar de que sus mecánicas funcionan correctamente, no ofrecen nada que lo haga destacar por encima de otros juegos. En mi caso, con un poco menos de diez partidas ya no encuentro alicientes que me inviten a querer sacarlo de nuevo. Eso no quita que si alguna vez La Jefa me pidiera jugar, lo haría encantado.
Para terminar, vamos con la peor parte del juego: sus ilustraciones y sus componentes. De las ilustraciones se encarga Klemens Franz, conocido por sus trabajos en Puerto Rico, Agrícola, Clanes de Caledonia y muchos otros. Habrá gente que le gusten sus dibujos pero yo no soy uno de ellos. A mi me echa para atrás. Es más, viendo la presentación del juego desplegado o la propia caja, a mi me da la impresión que estamos ante un juego bastante antiguo y se publicó en 2017.
Por desgracia, también hay que sumar que la calidad de los componentes no es precisamente de las mejores. Las fichas de madera y las losetas de cartón cumplen correctamente. En cambio, las cartas me parece que son demasiado finas y poco agradables al tacto. Mención aparte merece el marcador de puntuación. Es tan pequeño que resulta incomodo moverlo y muchas veces acaba volando por darle algún toquecito involuntario al tablero.

CONCLUSIONES
Riverboat es un buen juego de carga conceptual media. Ofrece en poco más de una hora una gran cantidad de decisiones en cada uno de nuestros turnos. Todo ello con un conjunto de mecánicas muy bien hiladas entre si. Juegan en su contra su apartado visual y que no acaba de dejar huella en los jugadores. No es un imprescindible en una ludoteca pero es difícil encontrarle pegas para decir que no a una partida.
Reseña: Riverboat
A favor
- En cada turno, los jugadores tendrán que tomar constantemente decisiones. Riverboat es un juego en el cual estamos buscando constantemente la máxima eficiencia de nuestros recursos.
- Aunque como mejor se disfruta es a cuatro jugadores, el juego escala perfectamente a cualquier número de participantes.
En contra
- Visualmente parece un juego antiguo. Las ilustraciones no le hacen ningún favor y las cartas no son de buena calidad.
- Su rejugabilidad es muy justa. La única diferencia entre partidas es el orden de aparición de los elementos, por lo que no habrá sorpresas después de la primera partida.